Poder escribir las páginas de nuestra vida

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martes, 13 de septiembre de 2011

A ver si se borra tu voz

Piedra, papel o tijera. Cara o cruz. Juegos en los que la casualidad nos brinda su rol más importante. 
Casi parecido a lo que ocurre con el amor. Nadie es capaz de controlar los sentimientos, nadie es capaz de prever de quién o de quién no se enamora. Casi todo es decisión del corazón.
Toda tu vida se ha visto envuelta en triángulos equiláteros en los que las dudas, los remordimientos, las cábalas y las balanzas de nada sirvieron cuando los sentimientos apretaron fuerte. Esos triángulos pasaron a ser isósceles en los cuales un lado era más pequeño que los otros dos.
¡A la porra los pros y los contras!, ¡a la porra la cabeza! Arriesgar para ganar o perderlo todo, intentarlo, hablar o callar para siempre. Sientes y hablas sin pensar a veces el daño o el bien que puedes estar causando con tus palabras.
Amistad, Amor, Ruptura. Tu vida ha sido una sucesión de ellas, al igual que estar rodeada de un paradigma verbal muy común: 1ª, 2ª y 3ª personas del  singular.
Como siempre en la vida, una primera experiencia hace que en las sucesivas no cometas los mismos errores, et voilà! Suena egoísta, pero llega un momento en el que te planteas dejar de pensar en el resto, para pensar en lo que verdaderamente quieres, o sientes, o necesitas, en resumidas cuentas: en lo que deseas.  Lamentablemente Pepito Grillo un día se cansó de ti y te abandonó para dejar que te guiases a través de impulsos. Cada latido es una decisión, cada latido es un paso en la vida. Tu corazón bombea tus sentimientos para que tu sangre recorra todas las venas de tu cuerpo curtido en malas experiencias.
-Pero esta vez es distinto- piensas. Esta vez es más complicado. Reprimiste tus sentimientos desde el primer día. Demasiado especial, un flechazo demasiado fuerte. Una confianza extrema, una complicidad abrumante. MIRADAS, PALABRAS, ACTOS QUE OS DELATAN. Dudas, citas, horas y horas hablando, nada más. Con sus palabras era suficiente para alimentar tus ganas de seguir. Demasiado para ti, te mordía el alma, te hacía daño pensar en él.
Tentaciones de dejarlo todo y empezar a caminar amarradita a él.
-Venga, no lo niegues, estás enamorada hasta los huesos- parece que Pepito Grillo volvió para hacer que estas palabras resonasen en tu cabeza, se metiesen tan dentro que hasta en tus sueños apareciese él, él, él.
¿Cuántas veces sentiste esa magia?, ¿cuántas veces miraste a alguien tan fijamente?, ¿cuántas veces antes habías dicho no voy a dejar que te me escapes?, ¿cuántas veces soñaste con ese beso que no llegó?
Te arrepentiste, lloraste y hoy, una vez más, vuelves a llorar. “Por el miedo a equivocarnos” de Maldita Nerea tiene parte de culpa, pero… nunca mejor dicho.
¿Amistad y punto? NUNCA