Poder escribir las páginas de nuestra vida

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Poder escribir las páginas de nuestra vida

viernes, 11 de noviembre de 2011

¿Y ahora qué?

Estimado futuro presidente del gobierno:
Me llamo Alba y soy una estudiante de Filología Hispánica. En mi promoción universitaria somos 6 matriculados en esta carrera, somos pocos (es cierto) pero también le digo que selectos y excelentes. Nuestras notas rozan casi la perfección y estamos aquí porque amamos lo que hacemos y porque el día de mañana (si se nos permite dentro del país y si no, lo tendremos que hacer fuera) queremos disfrutar trabajando en un campo hoy casi extinguido en los planes educativos.
Mi planteamiento como joven y ciudadana española es el siguiente: ¿Qué será de nosotros?
En estas elecciones, ejerceré mi derecho y mi DEBER de votar como buena ciudadana. 
Puedo entender los planteamientos de unos acerca de la política de austeridad y potenciación del trabajo me parecen una forma estupenda de solventar casi todos los problemas económicos por los que España está pasando.  También entiendo que haya recortes, que se congelen los salarios y que la gente proteste por ello porque todos los cambios provocan descontento. Al fin y al cabo, el nivel de vida en tiempos de crisis no puede ser el mismo, y se nos ha ‘malacostumbrado’ a creer que todo es de todos y no es así (y en absoluto me considero clasista porque vengo de una familia humilde y trabajadora)
Mi padre lleva en paro tres años, mi madre ha sido ama de casa toda la vida. No salen puestos que puedan desempeñar, ni ellos ni otros 4.999.998 españoles. No pueden pagar el piso, y no sabemos qué será de nosotros de aquí a unos meses si la situación sigue en este ‘plan’.
Yo llevo estudiando 3 años, con excelentes resultados académicos porque siempre he luchado por lo que quiero, y es algo que no solo debo a mis padres, sino que debo también a los docentes que me han enseñado a amar lo que estudio y hago. Seré una de las pocas rarezas que queda sobre este país. Como ya le he dicho antes, somos 6 alumnos en clase, unos queremos dedicarnos al oficio docente y otros quieren continuar investigando…
Hasta hace unos meses pensé que cuando acabase la carrera e hiciese el fabuloso máster para estudios secundarios (que cuesta la friolera de unos 2000€) podría estar preparada para presentarme a unas oposiciones dentro del estado español.
Ahora, las dudas me inundan:
-          ¿Por qué si lucho con excelencia por lo que hago tengo tantas dudas?
-          ¿Por qué nadie, ni tan siquiera la Universidad como institución que depende del Ministerio me asegura apenas nada?
-          ¿Qué será de una alumna brillante si el día de mañana mis padres no me pueden pagar los estudios y no hay becas?
-          ¿Los ‘pobres’ no tenemos derecho a estudiar y soñar con un futuro mejor?
Quiero opositar y no para ser una ‘tragona’ más del sistema público y tocarme los pies a tres manos, sino que quiero ser eficiente y responsable con el cargo al que aspiro. Aspiro a formar futuras joyas españolas, deseo pulir (desde mi campo de actuación) diamantes en bruto. Quiero demostrar que aprender no es algo aburrido e inútil, sino que merece la pena formarse para crecer como persona y como ciudadano.
Los sentimientos que noto a nivel general entre los jóvenes son la apatía, el tedio y la desconfianza de un sistema que no se sostiene por sí mismo. Porque nadie nos asegura qué pasará y porque nadie nos da soluciones concretas a nuestros problemas.
Pertenezco al plan viejo en el que aún existen Licenciaturas, Diplomaturas…etc. Los nuevos Grados implantados por el sistema de Bolonia, que  abren el “marco común europeo”, están afectando los últimos cursos de estos antiguos planes.
Bajen de las esferas, pongan los pies en la tierra y hagan un trabajo exhaustivo de campo, como nos toca hacer al resto. Pregunten cuál es la situación actual, cuáles son nuestras incertidumbres y escuchen, porque aunque seamos jóvenes, NO SOMOS TONTOS y algunos tenemos más que claro lo que queremos hacer con nuestra vida el día de ‘mañana’
Si no puede ser en este hermoso país del que soy ciudadana, pues me tocará buscarme el pan en la ‘Conchinchina’, pero no duden que lo haré porque YO SÍ LUCHO por crecer como persona, y porque YO SÍ me preocupo por lo que pasa a nuestro alrededor.
Menos pasteleo económico, bajen los sueldos a quien se los tienen que bajar, y doten a la sanidad y a la educación públicas de un nivel de excelencia superior al resto de Europa, y para que luego venga Ángela Merkel a decirnos nada…
Si queremos, podemos; si podemos lo mantendremos, y de eso que no le quepa duda.
Muchísimas gracias por leer las preocupaciones de una joven española.