Eres muy pequeña aún para saber lo que es el amor. No tienes más que 16 años y muchas historias vividas. Más malas que buenas, más perdidas que ganadas. Lágrimas derramadas ¿a cambio de qué? De nada, de dolor.
Has crecido demasiado rápido a la sombra de, para lo que todos es, tu ejemplo a seguir. Sabes que no sois comparables, pero sí compatibles. Hasta hace 4 años no os soportabais y el caso era “joder al prójimo”. Hoy, ella es tu vida, tu mejor amiga, la persona que mejor te conoce, tu conciencia, tu confesora, tu alcahueta, tu tapadera, tu paño de lágrimas, la que te saca de los líos. Ella es tu hermana,
Ella ha sabido comprenderte e intentar sacarte siempre una sonrisa. La has fallado y defraudado muchas veces pero ella jamás te guardará rencor. Te sientes identificada con ella, con sus historias, con su novela. Ella ha sido siempre la cabeza asentada, tú siempre has sido la cabecita loca. Por mucho que cambie la cosa, esos roles siempre permanecerán intactos.
El primer amor marca, el segundo ayuda a olvidar y el tercero enseña. Cualquier fallo es una lección de vida, cualquier error es digno de admiración. No mires atrás ni des pasos en vano. No te dejes llevar por la confusión, no te arriesgues a perder aquello por lo que tanto has luchado.
Locuras, primeros besos, engaños, lágrimas… ¿crees que todo eso ha merecido la pena?, ¿has sido realmente feliz con todo lo que has hecho en el pasado?, ¿te arrepentirás de tus actos cuando crezcas? NO, NO, SI.
Las locuras pasan factura, créeme, no son buenas compañeras. La traición es una tentación que camina paralela a la honestidad, y solo si tú quieres, lograrás que nunca junten sus caminos.
Los recuerdos no son el presente. El presente es quien te acaricia cuando lloras y no el que te hace llorar. Al fin y al cabo los recuerdos no son más que recuerdos.
No siempre cualquier pasado fue mejor, y si no, mira lo turbio que se tornó.
No sabes lo que es el amor ciego, nunca lo has experimentado, pero tranquila, eso llega sin forzarlo y cuando menos te lo esperas. Hasta entonces disfruta, ríe y vive (con moderación) y de la mano de los que siempre te acompañarán y de quien tú quieras que te acompañe.
Recuerda que aquí siempre vas a tenerme y déjate aconsejar por las voces de la experiencia.