Thème : ton enfance
Este es tu monólogo de francés, y de repente te pones a recordar momentos en francés :
Bon, je suis née à Valladolid, j’ai vécu ici toute ma vie. Quand j’ai 4 ans ma sœur est nèe et en ce moment j’étais très jalouse d’elle. Á cause du travail de mon père, nous sommes allées à plusieurs villes comme Santander or Lérida, et aussi nous sommes allées en Portugal. J’aime bien le Portugal, ses gens…
Y así hasta terminar diciendo que amas ese país y amas ir al norte de España…
Ha sido un momento duro, y no sabías por dónde salir, pero bueno, al fin y al cabo no ha salido tan mal. Siempre ante las pruebas difíciles es normal estar un poco nervioso. Pero ante eso estás aprendiendo a controlar los nervios.
Cuando te han propuesto el tema de la infancia no has sabido muy bien por dónde empezar: sí naciste en Valladolid y no te has movido de aquí, pero… has vivido tantas cosas. Todo gracias a tus padres.
Los veranos en Santander fueron increíbles, el sabor de los helados de Regma, el olor constante a Mar, el pode abrir la ventana y que la brisa del puerto entrase hasta el último poro de tu piel, esas tardes en la playa de Isla, esas cenas en el restaurante “Las brujas” de Ajo. Todo, todo, todo. Es que jamás te cansarás de hablar del norte, es que jamás evitarás no emocionarte al recordar lo feliz que fuiste. Al recordarte vestida con tu vestido de flores, con una chaqueta y jugando con tu hermana a lo largo del paseo marítimo. Que esos recuerdos son muy tuyos y nadie, ni tan siquiera el tiempo te los va a arrebatar.
Pasando página y recordando llegas hasta Portugal. Ese gran desconocido, ese vecino que está tan lejos. Estamos muy confundidos.
-Mama, ¿te acuerdas del primer viaje a Portugal y esa recta infinita en que no había ninguna gasolinera?
-¡Qué miedo! Si nos llegamos a quedar tirados…
¡Qué grandes momentos!, ¡Qué viajes interminables hasta Entroncamento!... la casa, el olor a soledad, esas 4 habitaciones, esa piscina, ese panal de abejas que hacían que vuestros baños fuesen infernales, esos días en los que despertarse a las 12 y salir a comer fuera eran lo más normal. Frango, Barrigas… comida espectacular, patatas asadas, esas charlas sobre el Oporto y el Benfica, pasteles… monumentos desconocidos y apasionantes, ciudades preciosas nunca vistas en España, Sintra y su palacio Da Pena, Lisboa, Oporto, Coimbra… ¡qué genial era todo!
Que jamás has sido tan feliz, que jamás podrás agradecerles a tus padres lo mucho que te han enseñado. Siempre les recordarás lo geniales que son, en las buenas y en las malas. Tienes claro que todo el esfuerzo tiene su merecida recompensa y que todo llega. Que ojalá momentos como esos se repitan tengas 8 años o tengas 40, pero que ellos estén ahí para compartirlos contigo. Para escuchar como tu padre te explica en otro idioma la historia de una noria, o para escuchar como tu madre alucina con lo precioso que es el nacimiento de un río como el Ebro. Lo que sea, pero verles felices.
Que sabes que a veces no te comportas como deberías, que al igual que ellos también estás quemada, y te preocupas más que nadie por la situación, pero no quieres presionar, sino luchar, y en el fondo ellos, lo están viendo.
Gracias una vez más por todo.
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