Descubrir que lo que siempre habías buscado está más cerca de ti de lo que imaginaste.
¿Cuántas veces te ha pasado pequeña?
Cada época tiene unos objetivos, cada cambio busca unas bases en las que sostenerse. Los sentimientos no se pueden controlar, y eso es algo que sabes desde siempre. Nada ni nadie puede frenar el amor o los gustos hacia una persona. No tienes miedo al amor ni a enamorarte, a lo que tienes miedo es a fallar en el amor. Tienes miedo a que todo vuelva a salirte mal, a saber que todo lo que empieza acaba, a saber que nada es de nadie.
Últimamente los que te rodean se han dado cuenta de todo lo que has pasado. Han comprobado que todo lo que decías era verdad, que no fue fácil antes, durante y después de estar con él. No lo tachas de indeseable, sino de algo para no repetir.
Lo que tienes muy claro es que antes de volver a comenzar una historia vas a tratar de conocer a la otra persona. No quieres sorpresas negativas. Quieres apostar sobre seguro. Puede parecer una utopía porque estar con alguien significa descubrir día a día la verdad.
Él estaba con tu amiga cuando le conociste. Parece mentira que yendo toda la vida al pueblo no le conocieses de nada. Bueno sí, coincidisteis el día del Corpus de 1991 en el mismo altar.
Un verano, un verano, un verano fue suficiente para perder la cabeza. Un verano para sentir que deseabas que fuese tuyo para siempre. Cartas, SMS y un paseo de puente a puente fueron suficientes para un SÍ, un beso que jamás olvidarás… ahí empezó todo, tres años de montañas rusas.
No estabas enamorada, pero lo fuiste estando poco a poco. Al principio y durante algo más de un año fue una relación a distancia, en la cual tú hacías todo lo posible por ir fin de semana sí, fin de semana también a verle, por pasar todo el tiempo posible con él. Dejaste de salir en Valladolid, dejaste todo por él. El mayor error que has cometido en tu vida, y aún hoy te arrepientes de eso.
Celos, peleas, posesión, obsesión… mucho amor, mucha ternura, mucha pasión… pero todo se acaba.
Empezasteis teniendo el mismo nivel de madurez pero como siempre uno de los dos evoluciona de manera diferente al resto. Te tocó a ti. Nada raro. Siempre has sido demasiado madura para casi todas las cosas. Quizá por esta experiencia o por todas las que has vivido desde entonces, pero es cierto.
Ahora estás recuperando lo que no viviste con 16 y con 17 años.
Gracias a una persona que volvió a tu vida después de mucho tiempo abriste los ojos al mundo. Abriste los ojos en esa relación en la que todo era él y no vivías más que por y para él. Tú no eras consciente de nada porque la ceguera te impedía ver. Entonces en ese momento pusiste los puntos sobre las íes y empezaste a recuperar todo el tiempo no aprovechado de tu adolescencia.
- Una historia para no repetir- piensas.
Ahora no quieres recordar más cosas. No sueles ser rencorosa pero en este tema sí lo eres. No sabes por qué pero no serás capaz de perdonar.
Es el amor lo peor de los humanos. Enerva, intranquiliza, estresa, emociona, enrabieta, atonta y le hace a uno irreflexivo por momentos.
ResponderEliminarEse es el punto que se alcanza en los primeros amores. El de la idiotez y de la sordera, incluso hacia los que tienen algo que decirte. Tu piensas: "habla, habla que no tienes ni pu.. idea" ¡Que sabrás tu de esto! ¿verdad?
Porque nunca se hace caso al alter "edadum" y más cuando conoces que ha sido un poco bala, un mucho crápula y un conquistador rompecorazones y de eso te podría contar mucho. No dejas que la maravillosa magia del conocimiento adulto entre por tus "Falopy audium pavellones". Es la edad.
Cuando sufres, afirmas y das razones cuando antes te calentabas. Tranquila, no hay dolor, mas que el de la rabia porque se quiere, no se puede y tu no dejas que te echen esa help!
EL amor es casi así de imperfecto. Lo encontrarás cuando menos lo esperes, de imprevisto. Será el enamoramiento hasta las trancas, ciego, pasional, pero sera, ahora y después de los primeros obstáculos para la razón, definiéndose hacia tu/su personalidad. Aunque será polo opuesto, cosas del magnetismo, pero sabes que esas cosas funcionan. En el momento que hay misma energia, lo físico dice que tiende a separar.
No sufras. Disfruta, vive, goza, ama, perdona, lucha, sé, muestra, demuestra, impón, dialoga, canta, rie, baila, loquea pero no cambies. Yo te quiero y te siento así. Como te decía hace años: Todo, pero nada de lo que te tengas que arrepentir. Por lo demás... ¡Hijo mmmio!!