Tu hermana siempre te dice lo que quieres oír, duela o no, pero siempre da en el blanco:
- Mira hija, digas lo que digas estás pillada…
- ¡Qué noooo! Que sin más…
- Ya, mira, te conozco, y estás “enchochadita”
Lo peor de todo es que sabes que tiene razón. ¿Cómo ha podido ocurrir?
Todo empezó como una bobada y ahora no puedes dejar de pensar en él un solo instante. – Una historia curiosa y repetida- piensas.
Flash back
Después de tu gran verano encerrada en casa, te has dado cuenta de que no puedes seguir así. No puedes seguir enamorada, no puedes seguir desgarrándote el alma por alguien que no te corresponde. No porque no y punto. Respuestas universales.
Empiezas 3º, y empiezas a ver las cosas de otra manera, porque al fin y al cabo, estás empezando a vivir. Son 15 años los que cumplirás este curso, y empiezas a madurar o a disfrutar de las pequeñas dosis de libertad que te están dando. Todo, siempre, relegado a tu rendimiento.
Pese a esto hay algo que todavía te delata: sigues mandándote cartas con gente. Todavía las conservas en una caja de zapatos. Esa caja de zapatos que contenía unas sandalias que te encantaban y que vivieron contigo una gran época. 3 veranos fantásticos en Portugal.
Tienes un problema, te enamoras tanto de los sitios a los que viajas… Santander, Isla, Entroncamento, Lisboa, Oporto, Sintra, PARÍS… No tienes remedio, te encanta viajar y conocer. Gracias a tu padre has conocido 2/3 de ese país que nosotros consideramos inferior, pero que nada tiene que envidiar a España.
Empezaste a cartearte con un chico raro, un bicho excesivamente raro quizás. No sabes cómo ni por qué, pero el misterio era lo que hacía que te llamase la atención. No contaba nada en las primeras cartas, nada de nada de nada. Te costó horas y horas y un gran poder de convicción conseguir que confiase en ti como si fueses unO más. Siempre tratas de eso. Hay mucha gente que no lo entiende, pero puedes llevarte mejor con un chico que con una chica. ¿Por qué? Fácil, ellos no son tan traicioneros como nosotras, y eso lo tienes más que comprobado.
Intercambiabais confidencias y móviles. Sms siempre a las 12 de la noche. Poco a poco te fuiste dando cuenta que no solo era un amigo, sino que también empezabas a pensar en él, empezabas a plantearte la posibilidad de que sintieses algo por él y lo mejor de todo, te había hecho que te olvidases de tu gran historia. - ¡Gracias, gracias, gracias!- pensabas.
23 de marzo del 2006: un beso en lo que en el instituto hasta su remodelación era el aula 4, tu aula. Su primer beso, y tu manera de demostrarle que te sentías agradecida. Toca el timbre y tenéis que entrar en clase. Os vieron salir del aula juntos, y ya empezaron los comentarios.
Empezaron las vacaciones de Semana Santa y no hacías más que pensar en qué podía ser. Una canción que hoy todavía te recuerda a él: (8) Despierta (8) de Edurne.
Un mensaje, me gustas; otro mensaje: y tú a mí, a la vuelta hablamos.
La vuelta… malditas vueltas. Nunca nada te sale como quieres o deseas y siempre por el mismo motivo: la gente y el qué dirán. Ese fue tu problema. Una excusa: me han quedado 3, paso del tema hasta verano.
Dolor, y es algo normal. Pensabas que la intención era recíproca, te había creado grandes ilusiones para luego dejase llevar por: ¿pero estás con ella?, ¿pero que es ella, la has visto?
No lo sabes, pero intuyes que va a pasar lo mismo. Tú y tu negatividad, pero es lo que tiene fijarse en gente especial.
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