Poder escribir las páginas de nuestra vida

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viernes, 15 de abril de 2011

Brisa

Verano. Por fin.
Como todos los años, decides ir a VDLC a pasar unos días con tus abuelos y con tu prima.
Primer día de confidencias, de secretos, de chismorreos, de hablar de clases, de hablar de todo y de contar un secreto: estoy enamorada.
-          ¿Enserio?
-         
-          ¿Cómo lo sabes?
-          No sé, sueño con él, pienso en él, vivo y hago todo por él.
Pasan los días, hace cada vez más calor, tardes de risas, de móvil, de bobadas, de estar en la parra, de soñar, de recordar, pero sobre todo de madurar.
¡Suena tú móvil!, como tono tienes “La tortura” de Shakira. -¡ES ÉÉÉÉÉÉL!- gritas emocionada mientras tu prima te mira con una cara extraña.
-          Buenas tardes señorita
-          ¡Bu,bu, bueeeeeeeeeeeeeeeeeeeeenas tardes guapo!
-          ¿Qué tal va todo?, ¿dónde andas?
-          Pues en el pueblín,  ¿tú?
-          Con ella.
-          … (Se hace un silencio casi sepulcral)
-          Bueno niña hablamos otro día, y a ver si cuando vuelvas quedamos
-          Estupendo, nos vemos, un beso.
Recuerdos, recuerdos, recuerdos, más recuerdos ¡JODER!
Después del duro trago de que se enterase que te gustaba, pasaste una época, muy muy extraña. Celebraste tu cumpleaños con tus amigas en el cine, y se apuntaron él y su grupo de amigos. Súper cerca, súper confianza, tardes en el instituto jugando al bádminton, tú y él, cerca, agarrados, conversaciones sobre lo bonito que sería encontrar el amor.
Un sms… “Quiero hablar contigo”.
Al día siguiente habláis, a la salida del entrenamiento, no sabe muy bien como decírtelo…
 - Mira, desde el día de tu cumpleaños, estabas guapísima, me encantó como estuvimos y creo que me gustas, pero no sé- te dijo. De repente, por tu cuerpo, una sensación desconocida, ganas de gritar al mundo que le quieres, que te encanta, que estás loca por él. Tus mejillas se sonrojan, tu alma quiere salir, explotar, volar, sentir.
Esperas unos días, y vuelves a sacar el tema como que no quiere la cosa… su respuesta esta vez es: “No sé, creo que pudo haber algo, pero ha pasado algo”
¡Vaya faena!, ilusiones infundadas, y lo que es peor, tu primer desengaño. No pasa nada, y como siempre y como a todos se lo perdonas. Te importa su amistad por encima de todo.
Mayo, buen tiempo… ganas de salir, de hablar, de parque, de pipas. Una noticia: están juntos.
Te tiras el día entero tirada en la cama, llorando como si se fuese a acabar el mundo. Están juntos. Algo que no alcanzas a comprender.
Con los años te das cuenta de que ellos no estaban haciendo ni más ni menos que lo que sentían, que tú no eras quien para estropear una relación y un amor, que, quizá hoy, siga vivo en sus corazones.
No quieres saber nada del tema, no quieres verles, no crees en su relación, te han fallado, ella tu confidente. –Sabía que estoy enamorada, lo sabía- piensas.
Por un instante, vuelves a la realidad, tu prima te pregunta quién era el sujeto y el objeto de la llamada. Contestas:  era él, mi primer amor. Siguen juntos.

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